Expertos y funcionarios de distintos países alertan cada vez más de la posible prohibición de los suministros energéticos rusos a la Unión Europea, algo que sería «físicamente imposible» y afectaría gravemente el mercado de la energía en Europa.
El pasado jueves, la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, advirtió a sus colegas europeos sobre tomar acciones precipitadas. «A mediano plazo, está claro que Europa necesita reducir su dependencia de Rusia en relación con la energía. Pero hay que tener cuidado a la hora de evaluar una prohibición total por parte de Europa de las importaciones del petróleo, por ejemplo», dijo Yellen en rueda de prensa.
De acuerdo con la alta funcionaria estadounidense, los intentos de Occidente de «perjudicar a Rusia» a través de la prohibición de sus suministros energéticos «podría tener poco impacto negativo» en el país, capaz de exportar menos energía al aumentar los precios de los suministros. «Esto, sin duda, aumentará los precios mundiales del petróleo y tendrá un efecto perjudicial en Europa y otras partes del mundo», agregó.
Racionar la energía
En un artículo publicado este 24 de abril, Bloomberg señala que el cese de los suministros del gas ruso también afectaría «de inmediato» al mercado europeo y podría obligar a la UE a racionar la energía por primera vez desde la década de 1970. Al mismo tiempo, este escenario haría eco en otros países del mundo como Pakistán o Argentina. «Las naciones emergentes serán presionadas por la sed energética de Europa, sobre todo por el gas natural licuado, mientras se esfuercen por competir por el precio», escribe Bloomberg.
Por su parte, Alexánder Frolov, subdirector del Instituto Nacional de Energía de Rusia, explicó al portal BMF.ru que la UE sigue bajo los efectos de la crisis energética de 2021, por lo que una prohibición de las importaciones energéticas rusas sería como un «tiro en la cabeza» para la economía del bloque comunitario.
«En condiciones de una crisis energética mundial el problema de reemplazar al actor dominante en el mercado se hace físicamente imposible porque es imposible conseguir unos 150.000 millones de metros cúbicos de gas de algún otro proveedor, por ejemplo», subrayó Frolov, al señalar que una situación similar se registra también en el mercado petrolero.
Hacia el «pragmatismo económico»
Mientras, las empresas energéticas europeas siguen buscando mecanismos que permitirían realizar los pagos bajo las condiciones que satisfagan también los intereses de Rusia. En este contexto, la Comisión Europea aclaró el pasado viernes que los pagos por el gas natural ruso en euros o dólares, que se convertirían posteriormente en rublos, no serían una violación de las sanciones impuestas a Rusia si el país considerara que las obligaciones contractuales de los compradores se cumplen en cuanto se abone la suma en la divisa extranjera correspondiente.
Según el decreto firmado por el presidente ruso, Vladímir Putin, las obligaciones contractuales se consideran cumplidas después de que el comprador realice el pago al proveedor de gas ruso en rublos con los fondos obtenidos por la venta de euros o dólares, efectuada por el banco ruso Gazprombank.
Por su parte, Konstantín Símonov, jefe del Fondo de la Seguridad Energética, opinó que el esquema de pagos propuesto por Rusia «es muy cómodo para los compradores extranjeros», ya que es el Gazprombank que se encarga de la conversión. «Sin embargo, entendemos que esta historia no va de la jurisprudencia, las transacciones o las finanzas, se trata más bien de la política«, lamentó el experto. No obstante, señaló que, de momento, parece que en Europa triunfa «el pragmatismo económico» aunque el tema de la posible prohibición puede aparecer en el futuro.
(Con información de RT)