La central nuclear de Shika, en el centro de Japón, registró una subida del nivel del mar de tres metros poco después del fuerte terremoto que golpeó esta región el lunes y detectó ligeros daños en uno de los muros que protegen uno de sus reactores de la llegada de tsunamis, informó este miércoles la cadena NHK.
Pese a que a primera hora del martes la empresa operadora, Hokuriku Electric Power, anunció que no había detectado fluctuaciones importantes en el nivel del agua, una revisión realizada ese mismo día por la noche desveló que un medidor instalado cerca de la toma de agua marina que se usa para enfriar la central registró una subida del mar de tres metros ente las 17.45 y 18.00 del lunes.
Estos niveles se produjeron aproximadamente hora y media después del terremoto de magnitud 7.6 que tuvo epicentro en la península de Noto -unos 80 kilómetros al noreste de donde se encuentra la planta- y motivó la activación durante 18 horas de una alerta por tsunami, aunque finalmente la crecida del mar no deparó grandes daños en el litoral japonés.
Durante esta última revisión la empresa descubrió además que un muro de unos cuatro metros de altura instalado en 2011 para proteger el reactor 1 (uno de los dos que tiene esta central, que permanece apagada desde hace casi 13 años) se inclinó varios centímetros.
La operadora dijo en su momento que se observó un temblor con una intensidad de grado 5 en la escala japonesa cerrada de un máximo 7 en los sótanos del edificio del reactor 1 cuando se produjo el terremoto del lunes.
El temblor dañó las conducciones de dos transformadores usados para suministrar electricidad a los sistemas de refrigeración de los dos reactores, aunque la empresa afirma que ambas unidades están recibiendo energía de generadores diésel con suficiente combustible para funcionar otros cinco días.
En 2011, un terremoto de 9,1 grados Richter en la costa oriental de Japón generó un tsunami que dejó más de 20 mil muertos y provocó la fusión parcial de tres reactores en la central nuclear de Fukushima Daichi, en lo que supuso el peor accidente nuclear desde el de 1986 en Chernóbil (Ucrania).
El impacto del desastre fue tal, que desde 2011 solo una decena de los más de treinta reactores nucleares que posee Japón han vuelto a reactivarse.
(Con información de El Universal)