El número de muertos por el consumo de cocaína adulterada en Buenos Aires aumentó este jueves a 20, mientras que 74 personas más se encuentran hospitalizadas, muchas en estado grave, mientras las autoridades inician una búsqueda desesperada por localizar más dosis del mismo traficante y evitar nuevas intoxicaciones.
El último parte oficial del ministerio de Salud provincial, difundido en las primeras horas del jueves, detalló que entre los pacientes internados en hospitales de distintos suburbios “18 están con asistencia respiratoria mecánica”.
“Este hecho es absolutamente excepcional, no tenemos ningún antecedente”, dijo el fiscal general de San Martín, Marcelo Lapargo, al canal de cable local Todo Noticias. “Si la situación ha escalado, si ha cambiado la naturaleza del tráfico a tal punto que esto se vuelva habitual, espero no verlo jamás”, agregó.
La principal hipótesis es que la droga fue adulterada intencionalmente en el marco de un presunto ajuste de cuentas, indicó el funcionario judicial a cargo de la investigación.
Aún no se difunden los resultados de los estudios toxicológicos para identificar la sustancia con la que se adulteró la cocaína, pero el ministerio de Salud de la nación afirmó en un comunicado que “por las características de la presentación clínica (de los pacientes), podría tratarse de sustancias que dentro de sus componentes contienen opioides“, los cuales tienen efecto analgésico.
Las autoridades sanitarias emitieron un alerta epidemiológica tras constatar que continúan ingresando a distintos hospitales provinciales personas con “signos de shock, depresión del sensorio, dificultad respiratoria, excitación psicomotriz y que presentaban antecedentes de consumo reciente de cocaína”, según un comunicado.
“Si alguna persona ha consumido cocaína en las últimas 48 horas y necesita atención clínica, debe acudir de forma inmediata al centro de salud o guardia de hospital general más cercano”, fue el mensaje difundido por redes sociales y medios de comunicación.
Mientras la policía había identificado el barrio de escasos recursos “Puerta 8″ en el distrito de San Martín -un suburbio al norte de la capital argentina- como el lugar desde el cual se comercializó la droga y donde detuvo a una decena de personas, las autoridades pidieron públicamente a quienes hayan adquirido allí dosis de cocaína que desechen la sustancia.
“La urgencia es retirar del mercado el veneno, que no se siga vendiendo… Debe haber mucha gente con una bolsita en el bolsillo y la cantidad de internados nos hace ver que lo más importante es frenar este riesgo altísimo”, advirtió Lapargo.
El ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, fue más allá y pidió “a quienes hayan comprado droga en las últimas 24 horas descartar lo que compraron”.
(Con información de El Financiero)