Kabul. Un sismo de magnitud 5.9 sacudió una zona rural y montañosa del este de Afganistán la madrugada de ayer y causó más de mil muertos y mil 500 heridos, en uno de los temblores más mortíferos en décadas en el país centroasiático.
Al menos 2 mil viviendas quedaron destruidas en la región, donde una casa promedio tiene entre siete y ocho habitantes, indicó Ramiz Alakbarov, representante especial adjunto de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Afganistán.
El organismo mundial y sus socios humanitarios desplegaron sus fuerzas para ayudar a las poblaciones afectadas, mientras la falta de herramientas dificultaba la búsqueda de sobrevivientes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Comité Internacional de la Cruz Roja ofrecieron ayuda, y el papa Fracisco expresó su cercanía a la población afgana.
Temblores de esa magnitud, que originalmente se reportó de 6.1, pueden causar daños graves, en especial donde las construcciones son débiles y los derrumbes son habituales. Expertos detallaron que el epicentro estuvo a sólo 10 kilómetros de profundidad, otro factor que incrementa la destrucción.
Muchas agencias de ayuda internacionales abandonaron el país tras el ascenso al gobierno del talibán, en agosto del año pasado, luego de que Estados Unidos dio por concluida de manera precipitada y caótica la ocupación militar de 20 años.
En una medida inusual, el líder supremo talibán, Haibatullah Akhundzadah, acusado por la ONU de actividad terrorista
y quien rara vez aparece en público, hizo un llamado a la comunidad internacional y a organizaciones humanitarias para ayudar al pueblo afgano afectado por esta enorme tragedia y no escatimar esfuerzos
.
El viceministro de Estado para la gestión de desastres, Sharafuddin Muslim, declaró que cuando ocurre un incidente tan grande en cualquier país, se necesita ayuda de la comunidad internacional. Es muy difícil para nosotros responder a esta enorme tragedia
.
El Departamento Meteorológico de la vecina Pakistán ubicó el epicentro en la provincia afgana de Paktika, unos 50 kilómetros al suroeste de la ciudad de Khost. Imágenes en dicha localidad mostraban a voluntarios cargando en mantas a los heridos y subirlos a los helicópteros de rescate. Un hombre recibía fluidos vía intravenosa sentado cerca de los restos de su vivienda. Los residententes revolvían escombros en busca de sobrevivientes.
La cifra de más de mil fallecidos reportada por la agencia noticiosa Bakhtar, del gobierno afgano, iguala la del terremoto que sacudió el norte de Afganistán en 2002. Son los más letales desde 1998, cuando otro movimiento telúrico de magnitud 6.1 y las réplicas mataron a 4 mil 500 personas.
Reunión de emergencia
En Kabul, el premier Mohammad Hassan Akhund, convocó a una reunión de emergencia en el palacio presidencial para coordinar los esfuerzos de ayuda. A través de su cuenta de Twitter, el vocero adjunto del gobierno talibán Bilal Karimi pidió a las agencias de auxilio que envíen equipos de rescate a la zona.
La respuesta está en camino
, tuiteó el coordinador de la ONU en Afganistán, Ramiz Alakbarov, desde Nueva York, quien detalló que en la nación asiática “nuestros equipos no disponen de herramientas adecuadas para sacar a la gente de los escombros. Esto tiene que depender principalmente de los esfuerzos de las autoridades de facto, que también tienen ciertas limitaciones en ese sentido”.
Resaltó que el número de damnificados sería mucho mayor, ya que el tamaño medio de una familia afgana es de al menos siete u ocho miembros
y a veces varias familias viven en una sola vivienda.
Alakbarov mencionó que las autoridades de Afganistán desplegaron al menos 50 ambulancias y cuatro o cinco helicópteros en la provincia de Paktika.
La Media Luna Roja afgana envió 4 mil mantas, 800 tiendas de campaña y 800 kits de cocina a la zona afectada.
Por su parte, la OMS envió casi 10 toneladas de suministros médicos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su pesar por la pérdida de vidas: mi corazón está con el pueblo de Afganistán, el cual ya ha sufrido el impacto de años de conflicto, dificultades económicas y hambre. Envío mis más sentidas condolencias a las familias de las víctimas y deseo a los heridos una pronta recuperación
.
Destacó que la ONU en Afganistán ya se movilizó, y sus equipos ya están en la zona para evaluar las necesidades y proporcionar apoyo. Contamos con la comunidad internacional para apoyar a cientos de familias afectadas por este desastre. Ahora es el momento de la solidaridad
, manifestó Guterres.
El papa Francisco envió este mensaje: un terremoto ha causado grandes daños y víctimas en Afganistán. Expreso mis condolencias a los heridos y todos los afectados; rezo en particular por los que han perdido la vida. Espero que con la ayuda de todos se pueda aliviar el sufrimiento del querido pueblo afgano
.
En tanto, al menos 400 personas murieron ayer por las inundaciones que han azotado diferentes provincias afganas, de acuerdo con el canal local Tolo News.
(Con información de La Jornada)