El parque central de Tuxtla Gutiérrez era, hasta hace unos días, uno de los principales puntos de entrega de mujeres emprendedoras, conocidas como “nenis”. Pero, según denunciaron ellas mismas, están siendo hostigadas por fiscales del Ayuntamiento de la ciudad.
Montserrat Contreras, una de las emprendedoras afectadas con la nueva política del Ayuntamiento de no permitir que se hagan entregas comerciales en este espacio público, lamentó que el gobierno municipal esté implementando acciones que imposibilitan el desarrollo económico de mujeres, que en muchos casos son jefas de familia y este es su único sustento.
Los obstáculos que tienen las mujeres que deciden emprender tienen una carga de género, les es difícil acceder a un capital semilla, tener canales de venta, capacitación, falta de inversión y también poder formar grupos de apoyo.
Para las mujeres, sobre todo mayores de 35 años de edad y con hijos, les es complicado obtener un empleo formal o sostener un emprendimiento por las políticas de producción que tienen las empresas con horarios que llegan a rebasar las ocho horas, muchas veces sin prestaciones. A esto hay que agregar la desigualdad salarial por género. Por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer llega a obtener hasta 36 pesos menos.
Solo el 36 por ciento de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) son dirigidas por mujeres, pero lo más probable es que se queden en ese estatus.
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Aunque las mujeres llevan décadas llevando este tipo de negocios, durante y después de la pandemia la venta en línea incrementó, y los puntos de entrega son los espacios públicos como los parques.
“Lo único que estamos pidiendo es que nos dejen entregar, que no nos traten como delincuentes” dijo Monserrat Contreras.
De manera oficial no hay una prohibición para que las emprendedoras puedan entregar su mercancía en los parques o cualquier espacio público, sin embargo cada vez que llegan al parque central o el atrio de la catedral de San Marcos son hostigadas por los fiscales, quienes las amenazan con quitarles sus productos.
Consideró que las políticas del Ayuntamiento son insostenibles para las pequeñas emprendedoras ya que también les hacen cobros excesivos cuando realizan bazares.
Relató que el mes pasado, un grupo de mujeres realizaron un bazar en una conocida plaza comercial y tuvieron que pagar en impuestos tanto a Desarrollo Urbano Municipal como Política Fiscal del Ayuntamiento un total de 2 mil 800 pesos.
“Supuestamente nos iban a devolver mil pesos, pero cuando fuimos a reclamarlo nos dijeron que no nos lo debieron haber cobrado, pero que no nos lo podían devolver, que mil pesos nos salió la clase por aprender a cómo pagar” recordó la comerciante.
Las emprendedoras lo que piden es que les permitan hacer sus entregas en los espacios públicos sin ser acosadas y que les otorguen capacitaciones con perspectiva de género y de manera empática para pagar sus impuestos ya que cada vez que han tenido que lidiar con el área de política fiscal son maltratadas.