Lorenzo Córdova Vianello, llamó a la ciudadanía a promover amparos contra el “plan B” electoral del gobierno federal, y confió en que el Poder Judicial de la Federación (PJF) revertirá esas reformas, porque ponen en riesgo “el futuro de nuestra democracia”.
El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, llamó a la ciudadanía a promover amparos contra el “plan B” electoral del gobierno federal, y confió en que el Poder Judicial de la Federación (PJF) revertirá esas reformas, porque ponen en riesgo “el futuro de nuestra democracia”.
Durante la presentación de su libro en coautoría con el consejero Ciro Murayama, La Democracia no se Toca, Lorenzo Córdova se pronunció por que “los trabajadores del INE defiendan sus derechos frente a una reforma abusiva que les sanciona por hacer bien su trabajo”, ya que las reformas impulsadas el presidente Andrés Manuel López Obrador prever el recorte del 85% del personal del instituto.
Córdova Vianello pidió a los ciudadanos defender la preservación de sus derechos político-electorales mediante recursos jurídicos, pues consideró que “todos somos responsables de consolidar la democracia”. Confió en que en pleno uso de su independencia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolverá en favor de esos derechos, como ya ha revertido otras reformas por inconstitucionales.
“Que se presenten acciones de inconstitucionalidad, que los órganos electorales presentemos controversias constitucionales, que los trabajadores del INE defiendan sus derechos laborales y que las ciudadanas y ciudadanos recurran a instancias jurídicas, porque si se afecta al INE se afectan las condiciones de autenticidad y se afecta el derecho de voto. Este es el momento en que los ciudadanos, en lo individual o de manera colectiva, deben, debemos si queremos defender a la democracia, presentar todos los recursos dentro de los cauces legales”, sostuvo.
Durante la presentación del libro, el expresidente del IFE, José Woldenberg, y la exconsejera electoral Jaqueline Peschard, coincidieron en que esta reforma no fue dialogada ni consensuada con los partidos políticos, como sí ocurrió en todas las reformas constitucionales anteriores.
Woldenberg consideró como un episodio “triste” el que la reforma electoral se termine definiendo en los tribunales.
(Con información de El Economista)