Un total de 250 mil alumnos y 3 mil escuelas permanecen sin clases en la región de la Sierra Mariscal de Chiapas a causa de la violencia que se recrudeció en las últimas semanas.
De acuerdo con Ervin Herrera Estudillo, integrante de la CNTE en Chiapas, ni alumnos ni maestros volverán a las aulas en municipios como Motozintla, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera y Frontera Comalapa, entre otros, hasta que se garantice su seguridad.
Presencia militar en Motozintla no garantiza el retorno a la normalidad: pobladores
A pesar de la entrada de más de 800 elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y de la Policía Estatal a los municipios de la Sierra, habitantes de Motozintla, uno de los municipios golpeados por la disputa de cárteles, aseguran que aún no hay condiciones para el regreso de la normalidad en sus actividades cotidianas.
Uno de los habitantes de la cabecera municipal de Motozintla, quien por seguridad pidió la omisión de identidad, afirmó que este lugar luce como un «pueblo fantasma», ya que las calles permanecen desoladas durante el día ante el miedo de la población de sufrir algún daño en su integridad física.
Dijo que las familias permanecen resguardadas al interior de sus viviendas y quienes por alguna razón salen a las calles lo hacen solo por algo muy apremiante, ya que el riesgo de ser víctimas de los grupos delincuenciales que se pelean la plaza es latente.
Señaló que el miedo y el terror se ha apoderado de la población, más al conocer los casos de personas que salieron por realizar algún pendiente y han aparecido muertos, tal es el caso de dos personas que fueron encontrados sin vida tras salir de Frontera Comalapa a Motozintla a vender un perro.
«No hay garantías para retomar la normalidad en nuestras actividades, a pesar de la llegada de militares y policías la situación sigue siendo de peligro, estamos resguardados en nuestras casas, y quienes deciden salir lo hacen bajo su propio riesgo«, abundó.
Indicó que las clases en todas las escuelas, los hospitales y clínicas trabajan a medias, ya que el personal médico no llega a laborar por miedo ante la ola de violencia que lamentablemente se ha recrudecido en los últimos días.
«Nuestros niños ya no salen a jugar a las calles, están encerrados por miedo a que les pase algo, es triste y lamentable todo lo que estamos pasando, cada día nos encomendamos a Dios y le pedimos para que pronto regrese la paz y la tranquilidad a nuestro municipio», sostuvo.
(Con información de El Heraldo de Chiapas)