Lionel Messi quiere abandonar el Fútbol Club Barcelona. Difícil escribir esta frase sin exclamaciones. El jugador mandó un fax al club expresando su deseo de ejecutar la cláusula que dispone en su contrato por la que puede abandonar unilateralmente el club al término de cada temporada. En principio esa cláusula finalizaba antes del 1 de junio, pero lo atípico de este ejercicio por el coronavirus le abre la vía a solicitar ahora quedar libre.
Tras su conversación con Ronald Koeman del pasado viernes, en la que el argentino ya advirtió al entrenador que se veía más fuera que dentro, Messi no tardó en acabar de tomar una decisión que supone un terremoto en el planeta fútbol. La noticia del año sin duda, que el capitán del Barça y emblema del club en más de la última década, el mejor jugador de la historia del club catalán, quiera abandonar, y gratis, el club en el que ha estado los últimos 20 años.
Los acontecimientos se han ido precipitando en los últimos días. El argentino ya acabó muy tocado tras el 8-2 contra el Bayern Munich y lo que ha sucedido después lo ha ido convenciendo de dar un paso que muchos pensaban posible pero pocos creían que acabaría dando. La llamada a Luis Suárez en la que Koeman le comunicó que no contaba con él, pudo ser la gota que colmó un vaso que venía llenándose en los últimos tiempos.
La relación de Messi con la actual junta Directiva era más que tirante, erosionada con el paso del tiempo, sin llegar nunca a tender unos puentes que podían haberse unido si se hubiera logrado el fichaje de Neymar, cuyo intento Messi llegó a poner en duda. Leo incluso incluso se enfrentó públicamente con Eric Abidal el pasado enero, cansado de que desde el club no se replicara a aquellos que decían que él mandaba en el vestuario y en la política deportiva.
El presidente Josep María Bartomeu y Ronald Koeman contaban con su continuidad. Está por ver cómo encaja este bombazo la figura del máximo mandatario, muy tocada tras las dos últimas temporadas, agravada ahora por esta decisión de Messi, que seguramente le convierta en el presidente con el que Leo decidió dejar el club. Bartomeu se cansó de decir que Messi se retiraría en el Barça antes de abordar la renovación que estaba por negociarse dado que el 10 entraba en último año de contrato.
Tras más de una semana de reflexión, y poniendo en la balanza tanto lo deportivo, una carrera prácticamente de one club man en Can Barça, lo económico (el mejor contrato del fútbol europeo), y lo personal (dos décadas viviendo en Barcelona, donde han nacido sus tres hijos y formó el hogar con su familia), Messi decide poner punto y final a su carrera en el Barcelona. La sacudida en la Ciudad Condal hace temblar los cimientos del Camp Nou. Y todavía quedan réplicas. Se acerca el fin de la historia más grande jamás contada en clave azulgrana.