La mala racha parece no terminar para Paulina Rubio: ahora suma una nueva demanda a sus problemas legales ya conocidos con los padres de sus hijos. Una empresa de Miami exige que La chica dorada cubra 28 mil dólares por créditos no pagados, se informó en el programa Ventaneando.
Paulina es el sostén de su familia; ella se encarga de la manutención de sus dos hijos, Andrea Nicolás y Eros, y también da una pensión alimenticia de 7 mil dólares a su ex marido Nicolás Vallejo-Nágera, mejor conocido como “Colate”, desde que se divorciaron en 2014.
Este 2020, el conflicto legal entre ella y su ex esposo subió de tono. Colate ha presentado varias quejas ante el juzgado de Miami (donde se lleva a cabo el juicio): argumentó que su hijo fue víctima de maltrato físico por parte de la intérprete y exigió que ella se sometiera a una prueba toxicológica. En sus análisis sólo se encontraron rastros de marihuana, que es completamente legal en la ciudad donde ella reside.
Hace unos días, en un nuevo encuentro en los juzgados, trascendió que la guardiana asignada por la corte se encuentra realmente preocupada por la salud mental de Andrea Nicolás, pues según su testimonio, el niño es muy sensible y protector y le preocupan las peleas de sus papás, por lo que recomendó que el menor comience acudir a terapia psicológica cuanto antes.
“El niño vino a mi oficina hace un par de semanas y es un pequeño sumamente protector no sólo con su mamá, sino también con su papá. Cuando empezamos a platicar de los problemas de sus papás, se puso muy nervioso y empezó a mentirme, pero no porque no me tenga confianza, es normal, un mecanismo de defensa, lo dije antes y lo confirmo, necesita terapia individual, un espacio sólo para él”, dijo la guardiana.
Sobre su relación con Paulina , el ahora conductor de espectáculos explicó en ese mismo encuentro: “Yo las veces que me lo ha pedido (he entrado a su casa), el otro día no me lo pidió y si me lo pidió estaría por escrito porque nuestra comunicación es por escrito, tenemos todo por escrito porque al final siempre hay problema, al final nunca me pidió que metiera el coche”.
La corte ordenó tener un supervisor parental para evitar un desencuentro entre la ex pareja.