En memoria a Kobe Bryant, los Lakers se coronaron en la NBA.
Los Ángeles, en el duelo menos complicado de las Finales, superaron 106-93 al Heat de Miami, desgastado después de tres meses dentro de la burbuja de Orlando.
Los californianos, dirigidos por Frank Vogel, estaban obligados a ganar el campeonato: por tener un mejor equipo –liderado por LeBron James y Anthony Davis– y para honrar a Kobe, quien falleció a principios de este año en un accidente de helicóptero.
Siempre quedará el asterisco de la pandemia de Covid-19, que llevó a toda la Liga a Orlando para cerrar la temporada regular y disputar los Playoffs en la misma sede, sin público en las gradas y con altas medidas de sanidad. A pesar de ello, el trofeo Larry O’Brien se dirige a Los Ángeles, a la ciudad de las estrellas.
The King le cumplió la promesa a Bryant y los Lakers igualaron las 17 coronas de sus acérrimos rivales, los Celtics de Boston. La dedicatoria del campeonato va para Bryant, fallecido a los 41 años de edad, junto a su hija, Gianna, de 13.
El título de Los Ángeles también es el primero bajo esta “nueva normalidad” de las tres ligas profesionales más populares en Estados Unidos, mientras MLB se encuentra en su recta final y la NFL apenas va a la mita de su temporada.
James, quien conquistó su cuarto título en la NBA, terminó el duelo con triple doble: 28 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias. The King, en su tercer equipo como profesional, llegó apenas el año pasado a California y ya dio anillo, como lo hizo en Miami y Cleveland.
Anthnoy Davis lo acompañó durante esta campaña, fue su mano derecha fuera y dentro de Orlando. La Ceja no aguantó las lágrimas al ganar su primer título en su trayectoria.
La nueva generación del Heat deberá esperar para amarrar el campeonato, pero su juventud pinta para éxitos en el futuro cercano.