Israel notificó a Naciones Unidas la cancelación de su acuerdo de 1967 con la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), afirmó este lunes una fuente oficial, después de que el Parlamento israelí prohibiera con dos leyes sus actividades en Israel y los territorios palestinos ocupados.
«Tras la aprobación de la legislación sobre la UNRWA, el Estado de Israel notificó oficialmente al Presidente de la Asamblea General la finalización de la cooperación con la agencia», afirmó el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, en la red social X.
De acuerdo con la carta emitida por el Ministerio de Exteriores israelí, y publicada por Danon, la legislación aprobada por la Knéset (Parlamento israelí) el pasado 28 de octubre entrará en vigor dentro de tres meses.
«A pesar de las pruebas abrumadoras que presentamos a la ONU que corroboran la infiltración de Hamás en la UNRWA, la ONU no hizo nada para rectificar la situación», justificó Danon, quien señaló que Israel cooperará con «otras» agencias humanitarias.
«Pero no con las organizaciones que promueven el terrorismo contra nosotros», dijo.
El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, también cargó contra la organización en un comunicado en el que dijo haber dado en julio una lista con 100 miembros de Hamás a los que la UNRWA empleaba y acusó a la agencia de no hacer nada al respecto.
En agosto, UNRWA concluyó una investigación en la que alegó que nueve de los empleados a los que investigaba «pudieron» estar involucrados en los ataques del 7 de octubre, si bien dijo no haber podido «autentificar independientemente la información que se le ha suministrado y que estaba en manos de las autoridades israelíes», en referencia a las pruebas presentadas contra los empleados.
El Ministerio de Exteriores añadió en su comunicado que, en los tres meses que Israel ha dado a UNRWA hasta que su prohibición se haga efectiva, expandirá la actividad de otras organizaciones internacionales que no han sido «contaminadas por el terrorismo».
La UNRWA fue establecida en 1950 por la ONU y presta servicios sociales a más de cinco millones de refugiados palestinos (muchos descendientes de los cientos de miles de desplazados por la creación del Estado de Israel) que viven ahora en la Franja de Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania.
La Knéset aprobó el pasado lunes dos leyes que permitirán cerrar las oficinas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos y obstruir así su actividad.
Israel ha justificado estas leyes asegurando que unos 2 mil 100 empleados de la UNRWA pertenecen a la organización islamista Hamás, pero sin presentar pruebas contundentes.
En enero acusó a 12 de sus más de 30 mil trabajadores de participar activamente en los ataques del 7 de octubre de 2023, a lo que la agencia respondió de inmediato abriendo una investigación interna y despidiéndolos.
Respuesta de la UNRWA
El portavoz de la UNRWA, Jonathan Fowler, reiteró que sin la presencia y la actividad de esta entidad en Israel «la ayuda humanitaria en Gaza colapsaría», después de que el Estado judío anunciase este lunes el fin de la cooperación entre ambos tras prohibirla por ley operar en su territorio.
«Sean cuales sean las estadísticas utilizadas para socavar a la UNRWA, lo cierto es que, sin nosotros, la ayuda humanitaria en Gaza colapsaría», dijo Fowler en declaraciones a EFE.
«Esta ley es un atropello que incumple las obligaciones de Israel en virtud de la Carta de Naciones Unidas, así como antiguas decisiones de la Asamblea General y de la Corte Internacional de Justicia», agregó.
«A pesar de las pruebas abrumadoras que presentamos a la ONU que corroboran la infiltración de (el movimiento islamista palestino) Hamás en la UNRWA, la ONU no hizo nada para rectificar la situación», justificó Danon, quien señaló que Israel cooperará con otras agencias humanitarias, pero no con las que «promueven el terrorismo».
Por su parte, el máximo responsable de la UNRWA, Philippe Lazzarini, advirtió hoy en X de que la restricción de ayuda humanitaria israelí, junto al desmantelamiento de esta agencia, solo añadirá «otro capa de sufrimiento a un sufrimiento ya indescriptible».
En el mes de octubre tan solo 990 camiones con ayuda entraron en la Franja de Gaza, el número más bajo en todo 2024, según datos de la ONU, lo que aumenta el riesgo de hambruna pese a la advertencia del Gobierno de Estados Unidos, el pasado día 13, de limitar el apoyo militar a Israel si la llegada de asistencia humanitaria no mejoraba.
«Solo la voluntad política puede poner fin a una situación creada políticamente», sentenció Lazzarini, quien recordó que esa cifra representa el 6 por ciento de los bienes comerciales y humanitarios que entraban en Gaza antes de la guerra.
(Con información de Milenio)