Francia comenzó hoy a requerir a sus habitantes que muestren un código QR que avala que tiene un pase sanitario ante el coronavirus, el cual les permite ingresar a establecimientos como restaurantes y cafeterías, así como también en transportes que involucren largos trayectos por la nación europea.
La medida forma parte del plan del gobierno francés para alentar a más gente a vacunarse contra el covid-19 y para frenar un repunte de infecciones, en momentos en los que la variante Delta representa la mayor parte de los casos de Francia.
Más de 36 millones de personas en el país, es decir, más del 54 por ciento de la población, está completamente vacunada contra el covid-19, aunque el número de personas que no han completado o ni siquiera iniciaron la inmunización sigue siendo alto y preocupante para las autoridades francesas.
El pase sanitario se emite para las personas que están vacunadas contra el covid-19, que tengan una prueba de que recientemente se recuperaron del virus o una prueba negativa, siendo extendida también para los turistas.
En los hospitales, los visitantes y pacientes que tengan citas deben tener el pase. Solamente hay excepciones para personas que necesiten atención médica urgente en la sala de emergencias.
El paso ahora se requiere en los trenes de alta velocidad, interurbanos y nocturnos, que transportan a más de 400 mil pasajeros al día en Francia, dijo hoy Jean-Baptiste Djebbari, ministro de Transporte del país europeo, donde también se necesita el documento sanitario para viajes de larga distancia por vía aérea o por autobús.
“Vamos a implementar controles masivos”, señaló Djebbari, donde los documentos físicos o digitales son aceptados para poder acceder a los establecimientos y esos tipos de transportes.
En tanto, el equipo de fútbol Paris Saint-Germain (PSG) podrá tener público para su primer partido en casa de la temporada contra el Estrasburgo en la liga francesa el sábado.
El PSG dijo que la prefectura de París ha autorizado que 49 mil 700 hinchas ingresen al Parque de los Príncipes, y se tiene previsto que los asistentes muestren sus pases de coronavirus.
Las encuestas mostraron que la mayoría de los franceses están de acuerdo con el pase sanitario. Pero la medida provocó una fuerte oposición por parte de algunas personas que la consideran una violación de su libertad y privacidad.