Merck anunció el lunes que había solicitado la aprobación de emergencia en Estados Unidos de una píldora contra el Covid-19, un remedio fácil de administrar que se prevé que se convierta en una herramienta crucial en la lucha contra la pandemia, ya que complementa las vacunas.
El tratamiento de molnupiravir, administrado a los pacientes a los pocos días de dar positivo, reduce a la mitad el riesgo de hospitalización y muerte, según un ensayo clínico realizado por Merck, también conocido como MSD fuera de los Estados Unidos.
«El extraordinario impacto de esta pandemia exige que nos movamos con una urgencia sin precedentes», dijo Robert Davis, director ejecutivo y presidente de Merck, en declaraciones recogidas en un comunicado.
La compañía dijo que estaba trabajando «con las agencias reguladoras de todo el mundo para presentar solicitudes de uso de emergencia o de autorización de comercialización en los próximos meses».
Wendy Holman, directora ejecutiva de Ridgeback Biotherapeutics, socio de Merck, calificó la solicitud de «paso fundamental para poner el molnupiravir a disposición de las personas que pueden beneficiarse de un medicamento antiviral oral que puede tomarse en casa poco después del diagnóstico de Covid-19«.
Las empresas afirmaron que la eficacia es la misma frente a todas la variantes, incluida la delta, y que el fármaco es seguro. Los expertos han dicho que no es una cura milagrosa y que debe complementar las vacunas, no sustituirlas.
Merck dijo en el comunicado que espera producir 10 millones de tratamientos para finales de 2021. Estados Unidos ya ha adquirido 1.7 millones de estos tratamientos de molnupiravir en caso de que se apruebe, con la opción de comprar más, mientras que la agencia de salud mundial Unitaid informó de que estaba trabajando con una asociación llamada ACT-Accelerator para asegurar el suministro para los países de ingresos bajos y medios.
Los antivirales, como el molnupiravir, actúan reduciendo la capacidad de reproducción del virus, frenando así la enfermedad.
El uso de este fármaco puede ser doble: tanto para evitar que los infectados sufran síntomas graves, como para evitar que los que han estado en contacto estrecho desarrollen la enfermedad.
Merck informó que también está llevando a cabo un ensayo clínico solo para comprobar su eficacia para el segundo uso.
La solicitud presentada por la empresa estadounidense el lunes se basa en el ensayo clínico que realizó con su socio Ridgeback Biotherapeutics en personas con casos leves o moderados de covid-19 y al menos un factor de riesgo. Recibieron el tratamiento en los cinco días siguientes a los primeros síntomas.
La tasa de hospitalización o muerte en los pacientes que recibieron el fármaco fue del 7.3%, frente al 14.1% de los que recibieron un placebo.
No hubo ninguna muerte entre los tratados con molnupiravir, frente a las 8 del segundo grupo.
Los resultados fueron lo suficientemente convincentes como para que un comité independiente de supervisión de datos, en consulta con la FDA, decidiera detener el ensayo prematuramente.
Como el mercado es potencialmente enorme, varios laboratorios se han posicionado en este nicho.
Pfizer está probando actualmente su propio tratamiento antiviral, llamado PF-07321332, en miles de personas, tanto para evaluar su eficacia en personas ya infectadas por el Covid-19 como en aquellas cercanas a alguien que ha contraído la enfermedad, para evitar que la desarrollen ellas mismas.
(con información de el universal)