Con múltiples quejas por parte de activistas y pasajeros que denuncian altas tarifas, el Aeropuerto Internacional “Ángel Albino Corzo” se ha convertido en una ‘mina de oro’ para los agentes del Instituto Nacional de Migración (Inami).
Dicha terminal se mantiene saturada por extranjeros que adquieren boletos de vuelos comerciales para viajar a la frontera norte, ante los ojos de una oficina de la Fiscalía General de la República (FGR) que opera en esta terminal aeroportuaria.
El ‘modus operandi’ del INAMI en el aeropuerto consiste en que el agente encargado vigile que todos tengan su documentación en regla. Sin embargo, uno de los funcionarios de este instituto, identificado como Ariel del Castillo Yute, pasa diariamente hasta 30 extranjeros de diferentes nacionalidades en contubernio con los agentes de la Policía Ministerial.
Los implicados se reparten el dinero de acuerdo a las nacionalidades, llevándose hasta un millón de pesos diarios, según han denunciado defensores de migrantes, quienes señalaron que es importante que se lleve a cabo una investigación a fondo.
Estos agentes migratorios y las autoridades de la FGR mantienen esta red de corrupción que ha sido denunciada no sólo en la capital chiapaneca, sino en otros puntos de la entidad como Tapachula.
“Se entiende entonces que el comisionado Francisco Garduño y Héctor Leoncio Castuera están dando instrucciones para recibir hasta el último momento grandes cantidades de dinero”, acusaron.
A esta red de impunidad se suman Farah Gertrudis y el delegado del Inami en Chiapas, Roberto González López, a quien señalan de recibir millonarias cuotas semanales por permitir estas anomalías y corruptelas.
(Con información de Diario de Chiapas)