La principal central sindical de Israel convocó una huelga general el lunes en reacción al anuncio este domingo de que seis rehenes fueron encontrados muertos por el ejército en la Franja de Gaza tras casi 11 meses de conflicto con Hamas.
Los restos de los rehenes fueron hallados el sábado «en un túnel subterráneo en la zona de Rafah», en el sur del territorio palestino, indicó un comunicado castrense.
«Quienes matan a rehenes no quieren un acuerdo» para una tregua en Gaza, afirmó el primer ministro, Benjamin Netanyahu en un comunicado, en el que advirtió, aludiendo a los dirigentes de Hamás: «los perseguiremos, los atraparemos y ajustaremos cuentas».
Pero Netanyahu está bajo presión y la central sindical de Israel Histadrut convocó una «huelga general» para forzar al gobierno a llegar a un acuerdo para liberar a los rehenes.
También el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, y las familias de los rehenes llamaron a un paro.
El Ministerio de Salud de Israel informó que los resultados de la autopsia indican que los rehenes murieron por impactos de bala a corta distancia entre el jueves y el viernes.
Un mando del movimiento islamista palestino, que habló bajo condición de anonimato, afirmó que varios rehenes murieron «por disparos y bombardeos de los ocupantes israelíes» y que algunos de ellos formaban parte de la lista de la organización de personas que serían liberadas durante la primera fase, si se concreta un acuerdo para un alto el fuego.
El presidente estadounidense, Joe Biden, señaló que entre los cuerpos recuperados estaba el del israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin y dijo estar «devastado», pero que mantiene el optimismo sobre la posibilidad de una tregua.
Goldberg-Polin, de 23 años, fue uno de los 251 rehenes tomados por milicianos de Hamas en su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, que desató la actual guerra en Gaza.
Los otros cinco rehenes recuperados fueron identificados por el ejército israelí como Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y el sargento Ori Danino.
El ejército israelí lanzó una gran operación el miércoles en Cisjordania ocupada, con bombardeos e incursiones de blindados en Yenín, Naplusa, Tubas, Tulkarem, y en campamentos de refugiados, donde los grupos armados que combaten a Israel tienen una fuerte presencia.
Según el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, el ejército israelí mató a al menos 24 palestinos en Cisjordania desde el miércoles.
La policía israelí informó que tres de sus efectivos, dos hombres y una mujer, murieron el domingo «en un tiroteo» tras un ataque en el retén de Tarkumiya, cerca de Hebrón.
El ejército israelí informó durante la tarde que abatió al atacante responsable del tiroteo.
Este ataque no fue reivindicado, pero Hamas lo consideró «una respuesta natural a las masacres contra el pueblo palestino».
En Gaza, pese a los estragos de la guerra entre las fuerzas israelíes y Hamas, comenzó una campaña de vacunación contra la polio.
«Es absolutamente necesario que se les vacune», declaró a AFP Ghadir Haji, mientras la familia esperaba en la cola de vacunación en la clínica del campo de refugiados de Al Zawayda.
Louise Wateridge, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), dijo por la tarde que la campaña está siendo un «éxito» con «miles de niños vacunados».
La Organización Mundial de la Salud afirmó que Israel aceptó implementar «pausas humanitarias» de al menos tres días en varias partes del territorio para facilitar la campaña.
Netanyahu, sin embargo, aclaró que estas «pausas» no constituyen «un alto el fuego».
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, estimó por su parte que, para los niños de Gaza, «la mejor vacuna (…) es la paz».
El objetivo es inmunizar a más de 640 mil niños menores de 10 años.
(Con información de El Universal)