En Chiapas, se ha documentado un incremento de municipios que recurren a la justicia por su propia mano, ante la falta de respuesta de las autoridades para resolver la problemática de la inseguridad.
«Y esto se debe a la desconfianza en las autoridades y también a la obstaculización que se pone durante los procesos penales».
Antes del cambio de poderes del primero de octubre, fue vestido de mujer y amarrado del cuello y las manos, el ex alcalde por usos y costumbres de Aldama, Alfonso Pérez Santiz, por incumplimiento en obras públicas en beneficio de este municipio.
«Lejos de que sean usos y costumbres son abusos, se infiltran otros intereses que lejos de fortalecernos como pueblos indígenas, con estos actos de violencia».
Este municipio gobernado por los usos y costumbres, solicitó a las autoridades estatales la suma de 1.5 millones de pesos para la construcción de una obra en el municipio, a cambio de liberar al ex alcalde, después de que fuera retenido y exhibido en la plaza central.
Al final, junto a otros funcionarios municipales, fue liberado, pero tuvo que pagar casi dos millones de pesos.
«Son vestidos como mujeres, les ponen los atuendos de una mujer indígena, como símbolo de debilidad, como símbolo de falta de compromiso y eso lo repruebo por supuesto».
En las zonas que se rigen por usos y costumbres es muy común que los propios ciudadanos detienen a quien es sorprendido en la comisión de algún delito y después de un castigo corporal es entregado a las autoridades.
En esta entidad del sur, los usos y costumbres son los que rigen a los pueblos originarios, incluso en algunas zonas no ingresa la Fiscalía General del Estado, ni las policías estatales o municipales, porque es parte de su gobernanza.
No investigan, no hacen levantamiento de cadáveres cuando hay algún crimen, y es que la costumbre por lo general es la justicia por la propia mano.
«Chiapas pide auxilio de todas las anomalías que estamos viviendo».
En fechas pasadas, un grupo de habitantes del municipio de San Andrés Larráinzar, amarraron a un presunto ladrón de vehículos en la zona. A veces no hay pruebas de delitos, pero si hay una multitud enardecida, es suficiente para castigar a cualquiera que parezca sospechoso.
En Villaflores, fueron asesinados dos menores de edad que tenían reporte de persona desaparecida. La multitud encontró a los supuestos asesinos y los golpearon hasta el borde de la muerte.
«Velar que se cumplan las leyes que aquí mismo redactamos, estamos próximos a la llegada de un nuevo gobierno del Estado».
En el municipio de San Pedro Chenalhó, ubicado en la región altos de Chiapas, un grupo de hombres enardecidos por la ola de robo de vehículos que se han registrado, detuvieron a un hombre a quien golpearon y amarraron a un poste de luz, acusado de robo de vehículos.
Las autoridades han pedido que se privilegie el diálogo, sin embargo, es cada vez más común ver casos de personas castigadas físicamente, antes de ser entregados a las autoridades.
(Con información de MegaNoticias)