El secretario general de la ONU, António Guterres, instó nuevamente el lunes a un alto el fuego inmediato en el conflicto entre Israel y Hamás, y advirtió que el incesante bombardeo israelí sobre la Franja de Gaza estaba convirtiendo ese territorio palestino en un «cementerio de niños».
«La catástrofe que se está desarrollando hace que la necesidad de un alto el fuego humanitario sea más urgente a cada hora que pasa», declaró a periodistas en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Crisis de la humanidad
«Gaza se está convirtiendo en un cementerio de niños. Según informes, cada día cientos de niñas y niños mueren o resultan heridos», señaló.
«Las partes en el conflicto y la comunidad internacional enfrentan una responsabilidad inmediata y fundamental: detener este sufrimiento colectivo inhumano y ampliar radicalmente la ayuda humanitaria a Gaza», dijo Guterres.
«La pesadilla en Gaza es más que una crisis humanitaria. Es una crisis de la humanidad», destacó.
Represalias por parte de Israel
El conflicto se desató con intensidad luego de que el 7 de octubre milicianos del grupo islamista Hamás mataron en territorio israelí a unas 1,400 personas, en su mayoría civiles, incluidos jóvenes que participaban de un festival de música electrónica.
Israel lanzó entonces como represalia una serie de bombardeos incesantes e incursiones terrestres en la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás, 10,022 personas han muerto, incluidos más de 4,000 niños.
Periodistas y trabajadores humanitarios asesinados
El jefe de la ONU denunció que «han muerto más periodistas en un periodo de cuatro semanas que en cualquier otro conflicto de las últimas tres décadas». El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) contabilizó el lunes al menos 36 periodistas y empleados de medios de comunicación (31 palestinos, 4 israelíes, 1 libanés) asesinados desde el 7 de octubre.
Y «han sido asesinados más trabajadores humanitarios de la ONU que en cualquier período comparable en la historia de nuestra organización», lamentó el secretario general, y rindió homenaje a los 89 miembros muertos de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
«Una inmensa presión»
Guterres estaba lanzando formalmente un llamamiento para desplegar un paquete de ayuda humanitaria de ONU por 1,200 millones de dólares para atender a 2.7 millones de palestinos que viven en toda la Franja de Gaza y los territorios de Cisjordania y Jerusalén Este, ocupados por Israel.
Camiones de ayuda han llegado a Gaza desde Egipto a través del cruce de Rafah, pero el nivel sigue muy por debajo del que había antes del 7 de octubre. Israel alega que necesita tiempo para ejercer los controles de seguridad de los vehículos y constatar que no llevan combustible.
«Sin combustible, los recién nacidos en incubadoras y los pacientes con soporte vital morirán», afirmó Guterres.
El Consejo de Seguridad, que desde hace un mes rechaza cuatro proyectos de resolución por no contar con unanimidad, se reunió de nuevo el lunes por la tarde sin resultados.
Según fuentes diplomáticas, los miembros del Consejo de Seguridad están muy divididos sobre cómo solicitar una interrupción de la guerra, si es un «alto el fuego humanitario», «tregua» o «pausa».
«Hay desacuerdos en el Consejo sobre lo que es aceptable», comentó el embajador adjunto estadounidense, Robert Wood, quien recordó que Estados Unidos está a favor de las «pausas».
Si bien «todos los miembros del Consejo» reconocen la «emergencia humanitaria», «todavía quedan lagunas sobre lo que es factible sobre el terreno», añadió la embajadora de Emiratos Árabes Unidos, Lana Zaki Nusseibeh.
El Consejo «siente una inmensa presión para alcanzar un acuerdo», añadió.
(Con información de El Economista)