Nuevos casos de malaria están alarmando a las autoridades estadounidenses, debido a que han sido adquiridos localmente, lo que no ocurría desde 2003, según indicó la revista VOX.
Entre mayo y junio de este año se registraron tres casos de malaria, uno en Texas y dos en Florida. Ninguno de los infectados dice haber viajado al extranjero, lo que significa que en ambos estados la infección se contrajo dentro de las fronteras estadounidenses.
La malaria es una enfermedad potencialmente mortal, causada por un parásito transmitido por mosquitos. Aunque alrededor de 2.000 personas infectadas de esta dolencia acuden a centros sanitarios en EE.UU. cada año, todos esos casos están relacionados con viajes fuera del país.
Estos nuevos contagios han encendido las alarmas de las autoridades sanitarias ante la amenaza de una mayor transmisión local, ya que los mosquitos pueden infectar a varias personas antes de que se detecte un brote, por lo que podría haber más casos.
Según los expertos, en los últimos 20 años el aumento de las temperaturas y el clima extremo han favorecido la reproducción de los mosquitos, y también de los parásitos de la malaria. Estelle Martin, entomóloga de la Universidad de Florida en Gainesville, que investiga las enfermedades transmitidas por mosquitos, asegura que el cambio climático «sin duda está influyendo en las enfermedades transmitidas por vectores» en todo el país.
Sin embargo, los expertos afirman que estos tres casos no deben hacer cundir el pánico ante una transmisión generalizada de la malaria en EE.UU. «Siempre es preocupante que haya transmisión local en una zona», afirma Martin, pero añade que no hay por qué alarmarse ya que la gente puede hacer mucho para protegerse.
Los profesionales de la salud aconsejan a la gente que lleve prendas manga larga, se cubra las piernas y que utilice repelente de mosquitos.
(Con información de RT)