El Tren Maya vuelve a encontrar otra piedra jurídica en el camino. El Juzgado Primero de Distrito en Yucatán ha suspendido de forma definitiva la tala o desmonte en los terrenos asignados para el Tren Maya en los tramos 3 (Calkiní – Izamal), 4 (Izamal-Cancún) 5 Norte (Cancún-Playa del Carmen) y 6 (Tulum-Chetumal). El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) ha comunicado este domingo el éxito del amparo que presentaron en julio del 2020 ante las “afectaciones ambientales ocasionadas por el proyecto”. Esta resolución paraliza judicialmente los permisos para deforestar en las áreas que se encuentren fuera de las autorizaciones de cambio de uso de suelo en terrenos forestales dentro de la ruta del megaproyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el mandatario ha advertido este lunes que las obras continuarán.
El Juzgado ha resulto que los permisos provisionales para las obras del tren no tenían las autorizaciones necesarias, que implican un estudio técnico y científico antes de iniciar a talar la selva. El cambio de suelo para poder construir en un paraje natural se realizó sin los permisos previos, por lo que ha sido anulado. Las comunidades indígenas y habitantes de los Estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo habían denunciado que se verían afectadas la obra y presentaron sus apelaciones.
Tres años de embrollos legales después, el juez ha reconocido que existe “un vínculo” entre los pobladores y los “servicios ambientales que presta el ecosistema vulnerado” y ha señalado que no se realizaron los estudios correspondientes para modificar el uso de suelo. CEMDA ha subrayado que sin esa autorización se iniciaron igualmente las obras sin conocer “las repercusiones y daños que pueden ocasionarse con ella, en la inteligencia de que en muchas ocasiones los daños ambientales son irreparables”. El director ejecutivo del centro, Gustavo Alanis, ha reconocido que posiblemente las obras ya se hayan llevado grandes cantidades de cobertura de selva, pero que al menos con esta suspensión no podrán seguir talando.
El presidente ha asegurado que, pese al comunicado de suspensión, no se detendrá la obra y que su Administración no ha sido notificada de la decisión judicial. “Van a seguir queriendo parar las obras, pero no van a poder porque de acuerdo a la Constitución y las leyes tenemos nosotros el derecho de hacer obras en beneficio del pueblo”, ha sentenciado. Además, ha señalado que en caso de que la Suprema Corte de Justicia impidiera seguir con la obra se estaría incurriendo en un “golpe de Estado técnico”.
Este recurso legal ha sido ya usado en otras ocasiones para frenar el avance de las obras del tren que discurre por zonas de selva virgen y pasa por encima del mayor sistema de cuevas sumergidas del mundo. El año pasado se consiguió la suspensión definitiva del tramo 5, también por no contar con los permisos ambientales requeridos por ley. El Consejo de Seguridad determinó entonces que el Tren Maya era una obra de “seguridad nacional” para poder seguir con las obras, aunque eso significara una batalla en los juzgados.
Con ese precedente, los abogados de CEMDA han recalcado la importancia de que se respalde la suspensión. “Hacemos un llamado al Poder Judicial a mantener y ejecutar la suspensión definitiva, pues solo de esta forma se garantiza el respeto de sus derechos humanos ambientales”, han rematado en el comunicado.
Mientras tanto, López Obrador insiste en mantener la fecha de inicio de los viajes del tren turístico para finales de año. En la rueda de prensa de este lunes ha incidido en que el tramo 2 que conecta Escárcega a Calkiní en Campeche está “prácticamente terminado”. Javier May, director de Fonatur, ha reiterado que están cumpliendo los plazos para que los primeros vagones del tren lleguen al taller el 8 de julio. “Estamos muy cerca de tomar el tren”, ha rematado el presidente.
(Con información de El País)