Los 49 migrantes secuestrados entre San Luis Potosí y Nuevo León fueron finalmente rescatados este miércoles por la noche por la Policía de Investigación de la Fiscalía potosina, según ha declarado la propia institución y ha confirmado este miércoles por la mañana el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval. Se encontraban cautivos en una finca de la comunidad Cruz de Elorza, cerca de Doctor Arroyo, en el Estado de Nuevo León. Las autoridades continúan buscando a los dos choferes que conducían el autobús, que siguen en paradero desconocido, e investigan quiénes fueron los responsables del encierro.
El de anoche constituye el último logro de un operativo que se inició el mismo martes en que se reportó la desaparición, después de que se encontrara el vehículo abandonado en el municipio de Galeana, en Nuevo León. Los agentes rescataron a 6 personas durante la mañana del miércoles, a las que se sumaron otras 34 por la noche, encontradas en el kilómetro 30 de la carretera 57, que conecta los dos Estados. El día anterior se había conseguido liberar a otras 9. En total, son 23 hombres, 15 mujeres, seis niños y cinco niñas procedentes de diferentes nacionalidades, según ha revelado el secretario esta mañana: 19 de Honduras, 14 de Haití, 7 de Venezuela, 6 de El Salvador y 2 de Brasil. Todos han sido trasladados a la delegación del Instituto Nacional de Migraciones de San Luis Potosí para recibir la atención necesaria.
De acuerdo con el testimonio de uno de los hombres liberados, de origen hondureño, habían salido de Chiapas el día anterior y les quedaban unas tres horas para llegar a Monterrey cuando fueron intercedidos “a la fuerza” en la comunidad de Los Medina, cerca de Doctor Arroyo, en Nuevo León. “Los uniformes [de quienes los pararon] decían Policía Nacional”, relata: “Aquí lo único que pasa, dijeron, es que el chofer no se reporta con nosotros, y ese es el problema que tiene porque él tiene que reportarse siempre que va a pasar por aquí con nosotros. Ahí llamó al dueño del bus”, continúa. “Ella le ofreció 40.000 pesos, y le dijo que solo en comida de nosotros se iba eso, entonces ella a lo mejor no quiso negociar con él. Y entonces hicieron perdidizo el bus y a nosotros nos secuestraron. Nos llevaron de una medina, nos metieron a un cerro, y de ahí nos metieron a una casa”, concluye en un vídeo facilitado por la Fiscalía.
Se trata del segundo secuestro y rescate en la zona de Matehuala en el último mes y medio. El 6 de abril, la policía localizó a 35 migrantes desaparecidos entre San Luis Potosí y Guanajuato. 23 de las personas rescatadas entonces habían alquilado una camioneta, de la que se perdió el rastro en los aledaños del lugar donde fueron encontradas, en circunstancias similares a las que se han reportado esta semana. Un mes después, el 5 de mayo, se informó del rapto y la liberación de un grupo de migrantes colombianos en Sonora, rumbo a Estados Unidos.
Estos episodios se suceden cada poco tiempo y dejan al descubierto las costuras del sistema de gestión migratoria, en tensión permanente y especialmente en este último año, marcado por el incendio en un centro del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez en el que murieron 40 personas, y por el fin del Título 42 en Estados Unidos. Esta norma, recuperada por Trump bajo el pretexto de la pandemia de covid, permitía deportar en caliente a los migrantes que traspasaran la línea divisoria, que ha sido reforzada con 24.000 agentes desde que decayó la ley, la semana pasada.
Gran parte de los individuos que se dirigen al país del norte proceden en realidad de países centroamericanos, como Guatemala, El Salvador y Honduras. Ante el temor de un aumento del flujo por el fin de la polémica norma, y con el fin de evitar el tráfico de personas en el que con frecuencia caen los migrantes, EE UU anunció en abril la extensión de vías legales para tramitar las solicitudes de asilo en esos países de origen, y acordó crear centros de inmigrantes en la región para procesar entre 5.000 y 6.000 demandas cada mes. Esto no ha evitado, por el momento, que cientos de migrantes continúen cruzando el país para intentar llegar a la frontera.
(Con información de El País)