Tras admitir que ha sufrido «pérdidas significativas de tropas», Rusia ha designado a un nuevo general para continuar con su siguiente fase en la invasión de Ucrania.
Se trata de Aleksandr Dvornikov, un experimentado militar que jugó un papel clave en la guerra de Siria, liderando tropas que fueron acusadas de perpetrar abusos generalizados contra la población civil e incluso de cometer crímenes de lesa humanidad.
Su nombramiento fue confirmado por un alto funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
Hasta ahora, Rusia no contaba con un comandante de guerra central para todas sus fuerzas en Ucrania.
Dvornikov asume el rol tras costosos fracasos en la campaña inicial, que incluye un creciente número de muertes en la población civil ucraniana, además de problemas logísticos y «errores» que han ralentizado el avance de las tropas rusas en Ucrania, según funcionarios estadounidenses.
Desde el inicio de la invasión a finales de febrero, la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas ha confirmado la muerte de más de 1.600 civiles, incluyendo a más de 100 niños.
Pero el presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky afirmó este lunes que sólo en la ciudad costera de Mariupol podría haber decenas de miles de muertos.
«Mariupol ha sido destruida, hay decenas de miles de muertos, pero incluso a pesar de esto, los rusos no detienen su ofensiva», afirmó durante una videoconferencia con legisladores de Corea del Sur.
La ciudad actualmente se encuentra sitiada y es imposible verificar la afirmación de Zelensky, pero la BBC ha recibido testimonios de refugiados que han logrado huir y describieron la situación como crítica.
Aseguraron haber visto cuerpos enterrados en tumbas poco profundas y a residentes hambrientos que mueren cuando salen de sus refugios para buscar agua.
Ahora existen temores de que la situación humanitaria empeore tras el nombramiento de Aleksandr Dvornikov como general de la ofensiva rusa contra Ucrania.
Un militar experimentado
Dvornikov se unió al ejército soviético en 1978 después de graduarse en una escuela militar del Extremo Oriente ruso.
Su carrera despegó rápidamente tras destacarse como comandante de pelotón en 1982.
Obtuvo un diploma de la Academia Militar Frunze en el año 1991, en medio del desmoronamiento de la Unión Soviética.
En la década de 2000, Dvornikov luchó en la segunda guerra en Chechenia y ocupó varios puestos importantes antes de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, lo pusiera a cargo de las tropas rusas en Siria en 2015.
Dvornikov se desempeñó como primer comandante de las operaciones militares rusas en la nación árabe, luego de que Putin enviara tropas allí en septiembre de 2015 para respaldar al gobierno del presidente sirio Bashar al–Assad.
Rusia le proporcionó a Al-Assad, que temía ser derrocado, poderío aéreo y le ayudó a revertir el rumbo de la guerra civil que aún continúa a favor
Pero a un terrible costo.
Política de «tierra quemada»
Bajo el mando de Dvornikov, se reportó que las fuerzas rusas en Siria aplastaron la disidencia mediante la destrucción de ciudades con el lanzamiento de artillería, el uso de municiones de racimo prohibidas internacionalmente y de bombas de barril no guiadas.
Tras su llegada al mando, Dvornikov estableció rápidamente una base aérea cerca de la costa noroeste de Siria y desde allí condujo bombarderos que destruyeron pueblos y ciudades en la provincia de Idlib.
La caída de Alepo, la segunda ciudad más importante de Siria, se debió en gran medida a los ataques aéreos rusos, que destruyeron gran parte de la infraestructura local, incluyendo hospitales y escuelas.
Los constantes ataques obligaron a millones de sirios a desplazarse internamente o a huir a otros países.
Según Naciones Unidas, en la guerra que ha durado más de una década ya han muerto más de 350.000 personas.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, aseguró este domingo en entrevista con la cadena estadounidense CBS que el nombramiento del general ruso conocido como el «carnicero de Siria» es «consistente» con el manejo ruso de la guerra.
Sullivan señaló que la noticia es una señal de que Rusia planea mantener una política de «tierra quemada», es decir, destruir absolutamente todo lo que pueda ser de utilidad al enemigo mientras avanza o se retira.
«Hemos visto atrocidades y crímenes de guerra y asesinatos en masa e imágenes horribles e impactantes de ciudades como Bucha y ataques con cohetes en Kramatorsk», añadió.
«Creo que el nombramiento del general es una indicación de que veremos más de eso».
«Héroe» de Rusia
Moscú ha negado haber matado civiles en Bucha, un distrito en las afueras de Kiev, y describió los informes y videos de cuerpos esparcidos por sus calles como noticias falsas.
No obstante, el exdirector de la CIA, David Petraeus, estuvo de acuerdo con las palabras de Sullivan.
«Los rusos eran conocidos en Siria, básicamente por ‘despoblar’ áreas. Eso es lo que le hicieron a Alepo», le dijo Petraeus a la cadena CNN.
«Eso es lo que hicieron en otras áreas. Y creo que podemos esperarnos a eso».
En 2016, Putin consideró que la campaña siria de Rusia fue un éxito y le otorgó a Dvornikov la condecoración Héroe de la Federación de Rusia, el título honorífico más alto que se le puede dar a una persona en el país.
Dvornikov se había desempeñado como comandante del Distrito Militar Sur desde septiembre de 2016.
Es una división militar que incluye a Crimea desde que Rusia anexó la región en 2014.
Según expertos, este trabajo le dio a Dvornikov un buen conocimiento sobre la región de Donbás, que se convirtió es la prioridad para Moscú desde su retirada de Kiev.
«Será otro autor de crímenes»
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo este domingo que «ningún nombramiento de ningún general puede borrar el hecho de que Rusia ya se ha enfrentado a un fracaso estratégico en Ucrania».
«Este general será solo otro autor de crímenes y de brutalidad contra los civiles ucranianos», añadió Sullivan.
«Y Estados Unidos, como dije antes, está decidido a hacer todo lo posible para apoyar a los ucranianos mientras se resisten a él y a las fuerzas que él comanda».
El viernes pasado Rusia admitió sufrir «pérdidas significativas de tropas» en Ucrania, cuando la invasión entraba en su día 44.
Bajas rusas
El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, dijo al canal británico Sky News que las víctimas eran «una gran tragedia» para Rusia.
También dijo que esperaba que Moscú alcanzara sus objetivos de guerra «en los próximos días».
Los comentarios de Peskov siguieron a la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas el jueves.
Su admisión de que Rusia ha sufrido bajas significativas sorprendió a muchos.
El 25 de marzo, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que 1.351 de sus soldados habían muerto en combate, pero Ucrania sitúa las muertes rusas en casi 19.000.
Ni las estimaciones de Rusia ni las de Ucrania sobre las pérdidas rusas se pueden verificar de forma independiente, y los analistas han advertido que Rusia puede estar minimizando su tasa de bajas, mientras que Ucrania podría estar inflándola para levantar la moral.
Líderes occidentales creen entre 7.000 y 15.000 soldados rusos han muerto desde el inicio de la guerra.
(Con información de BBC News)