En el marco de este 10 de mayo, cuando en mucho a países se celebra el Día de la Madre, bajo el entusiasmo de la mujer reproductora, cuidadora y benefactora, Melel Xojobal consideró importante visibilizar la importancia de una nueva construcción de las maternidades que ponga en el centro los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres a la libre determinación, a decidir sobre sus cuerpos y a una vida libre de violencias.
“A nivel nacional, Chiapas ocupa el tercer lugar en número de embarazos en menores de 19 años y registra la segunda tasa más alta de embarazos en niñas y adolescentes con 5.42 por cada mil en el grupo de edad de 12 a 14 años y de 3.37 en el grupo de 10 a 14 años. Desde el año 2000 existe en la entidad una tendencia a la alza en las tasas de fecundidad adolescente sobre todo en las poblaciones hablantes de alguna lengua indígena, con mayores niveles de marginación, analfabetismo y menores a ningún nivel de escolaridad” cita en un comunicado.
Señalan que Chiapas es un destino manifiesto para las niñas y adolescentes en el matrimonio y la maternidad siendo una de las entidades federativas con mayor tasa de matrimonios y uniones infantiles, pues solo “en 2015, de cada 100 matrimonios 15 fueron de niñas, niños y adolescentes y según datos del censo 2020 el 5.9% de adolescentes mujeres entre 12 a 17 años ya se encuentran unidas y el 13.7% entre 12 y 19 ya han tenido un hijo o una hija”.
Por lo anterior Melel Xojobal manifestó su preocupación ante el incremento visto en los últimos años de los embarazos en adolescentes “evidencia las brechas en la aplicación de políticas públicas, en particular de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) que a nivel estatal no cuenta con estrategias especificas para la atención de la población adolescente indígena, carece de mecanismos de seguimiento y evaluación y está desprovisto de presupuesto suficiente que garantice su sostenibilidad”.
En este día hacen un llamado a las autoridades a todos los niveles, y a la sociedad en general a seguir trabajando en la defensa de los derechos de las niñas y mujeres adolescentes a la libre determinación, a decidir sobre sus cuerpos y a una vida libre de violencias orientando esfuerzos hacia el acceso a oportuno a la información sobre la salud sexual y no reproductiva, embarazos no deseados y su posible interrupción, y enfermedades de transmisión sexual (ETS) para el bienestar físico, emocional, mental y social de las niñas, niños y adolescentes.