Moscú.— Durante su discurso anual sobre el estado de la nación, el presidente Vladimir Putin advirtió severamente a Occidente de no meterse con los intereses de seguridad de Rusia, diciendo que la respuesta de Moscú será “rápida y dura”.
Mientras tanto, Rusia está acumulando soldados cerca de Ucrania, donde siete años de enfrentamientos entre los separatistas respaldados por Moscú y las fuerzas ucranianas se han intensificado en las últimas semanas. Estados Unidos y sus aliados han instado al Kremlin a retirar las tropas.
“Espero que nadie se atreva a cruzar la línea roja con respecto a Rusia, y nosotros determinaremos dónde está en cada caso específico”, dijo Putin.
“Aquellos que organicen cualquier provocación que amenace los intereses fundamentales de seguridad de Rusia, sentirán lástima por sus actos como nunca antes”.
Moscú dice que no amenaza a nadie y que Rusia es libre de desplegar sus fuerzas en su territorio. Pero el Kremlin también advirtió a las autoridades ucranianas que no intenten usar la fuerza para retomar el control del este controlado por los rebeldes, diciendo que Rusia podría verse obligada a intervenir para proteger a los civiles en la región.
“Realmente no queremos quemar los puentes”, dijo Putin. “Pero si algunos confunden nuestras buenas intenciones con indiferencia o debilidad y tienen la intención de quemar o incluso volar esos puentes ellos mismos, la respuesta de Rusia será asimétrica, rápida y dura”.
Por otra parte, sin señalar un país específico, el líder ruso denunció a un gobierno extranjero que impone “sanciones económicas ilegales, motivadas políticamente y crudos intentos de hacer cumplir su voluntad sobre los demás”. Putin dijo que Rusia ha mostrado moderación.
Estados Unidos impuso la semana pasada nuevas sanciones a Rusia por entrometerse en las elecciones presidenciales de 2020 y por participar en el ataque de SolarWind a las agencias federales, actividades que Moscú niega. Estados Unidos expulsó a 10 diplomáticos rusos y sancionó a decenas de empresas e individuos.
En represalia, Rusia ordenó la salida de 10 diplomáticos estadounidenses, puso en la lista negra a ocho funcionarios estadounidenses actuales y anteriores y endureció los requisitos para las operaciones de la embajada de Estados Unidos.
Putin dedicó la mayor parte de su discurso anual a cuestiones internas y elogió la respuesta de la nación a la pandemia de coronavirus. Dijo que el rápido desarrollo de tres vacunas subrayó el potencial tecnológico e industrial del país y pidió un ritmo más rápido en las vacunaciones, con la esperanza de lograr la inmunidad colectiva este otoño.
También prometió medidas para fomentar la natalidad y aumentar la esperanza de vida, y admitió que la pandemia ha agravado las tendencias demográficas en Rusia.
Putin prometió nuevos incentivos para ayudar a que la economía supere el golpe de la pandemia y nuevas subvenciones sociales para la población.
Mientras Putin hablaba, se desarrollaba una ola de protestas en el extremo oriente del país en apoyo al líder opositor Alexéi Navalni. El crítico más persistente de Putin inició una huelga de hambre en prisión hace tres semanas en protesta por la mala atención médica que recibe.
El caso de Navalni ha causado indignación internacional y sus aliados a convocaron protestas en todo el país para el miércoles. La policía ha reprimido las movilizaciones y arrestado a decenas de manifestante.