México.- El gobierno de México ha hablado con diversas empresas extranjeras, en particular del sector siderúrgico, en un esfuerzo por atraer negocios desde Asia para capitalizar el nuevo acuerdo comercial de América del Norte, dijo el lunes la secretaria de Economía mexicana, Graciela Márquez.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entró en vigencia a comienzos de julio en reemplazo del TLCAN y en medio de la pandemia del coronavirus que ha vapuleado a la economía y al comercio internacional.
El nuevo acuerdo incluye reglas de contenido regional más estrictas tanto para automóviles como para acero y aluminio que cuando se lanzó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994.
“En el caso de acero es donde vemos más oportunidad”, dijo Márquez a Reuters. “Lo que queremos mostrarle a las empresas son las oportunidades que se abren con este aumento en los requisitos de contenido regional”.
La funcionaria agregó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha mantenido conversaciones con siderúrgicas extranjeras, incluidas POSCO de Corea del Sur, Nippon Steel Corp y Mitsubishi Corp, de Japón, y Ternium, sobre invertir en México para producir acero para el sector automotor.
Márquez precisó que existe la posibilidad de que las siderúrgicas extranjeras puedan asociarse o contar con una participación en la local Altos Hornos de México. Ninguno de los fabricantes de acero respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Considerando la diversa base productiva mexicana, la secretaria dijo que el gobierno estaba interesado en atraer una variedad de empresas de todo el mundo.
La ministra acotó que el gobierno también buscaría hablar con la firma de tecnología Apple y otras empresas estadounidenses sobre la reubicación de su cadena de suministro a México.
Mientras recordaba una conversación reciente con López Obrador, Márquez contó que señaló el teléfono celular que sostenía en la mano y le dijo: “estos teléfonos no tendrían que haberse producido en China … hay un enorme oportunidad de producirlos” en México.
El gobierno busca atraer empresas norteamericanas y europeas que produzcan en China, Singapur y Vietnam.
Márquez señaló que el nuevo acuerdo comercial entró en vigencia en un punto “crítico” tanto para la economía mexicana como para la global y que podría ayudar al segundo país más grande de América Latina a recuperarse de las consecuencias de la pandemia de coronavirus.