En una demanda que fue presentada el martes, una mujer acusó al magnate del hiphop Sean Combs de drogarla y violarla en 2001 en su estudio de grabación localizado en Manhattan, y afirma que se enteró el año pasado de que la agresión había sido grabada y fue mostrada a otras personas.
La demanda se presentó una semana después de que Combs, de 54 años, fuera detenido por asociación delictiva y tráfico sexual, cargos de los que se ha declarado inocente. Otras seis mujeres lo han acusado de agresión sexual en demandas presentadas el año pasado, mientras que otras tres lo acusaron de conducta sexual inapropiada.
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Thalia Graves, la demandante en el recurso legal que fue presentado el martes, dijo que tenía 25 años en el momento de la agresión y conoció a Combs a través de su novio en ese momento, quien trabajaba para Bad Boy, el sello discográfico de Combs. La demanda decía que en el verano de 2001, o alrededor de esa fecha, Combs la llamó y le pidió que se vieran en persona. Tras llegar en una camioneta todoterreno a recogerla, decía en el documento, le ofreció una copa de vino que la hizo sentirse “mareada, aturdida y físicamente débil”.
Cuando llegaron al estudio de grabación, decía la demanda, Graves perdió el conocimiento y más tarde se despertó y se encontró desnuda y con las manos atadas a la espalda con “lo que parecía una bolsa de plástico de supermercado”. También dijo que un guardaespaldas de Combs la había levantado y golpeado contra una mesa, tras lo cual recordó que Combs la había violado.
“La demandante era incapaz de moverse, estaba totalmente dominada físicamente, además de estar drogada y atada”, según la demanda, presentada en un tribunal federal de Manhattan.
Los representantes de Combs no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
La demanda de Graves también nombra al guardaespaldas, Joseph Sherman, como acusado, diciendo que la agredió y la obligó a hacerle sexo oral. Sherman dijo en una entrevista que dejó de trabajar con Bad Boy en 1999 y que no tenía “nada que ver” con Combs en 2001.
“Lo niego categóricamente, un trillón de veces”, dijo Sherman. “No solo lo niego, sino que no sé quién es ella. Nunca he visto a esta mujer”.
Sherman dijo en la entrevista que Graves se había puesto en contacto con él a través de las redes sociales hace meses. Dijo que respondió que no tenía ni idea de lo que estaba hablando.
En el caso penal de Combs, los fiscales lo acusaron de un “patrón que llevaba décadas” de violencia física y sexual facilitada por una serie de ayudantes. Sus abogados han negado con vehemencia los cargos de la acusación, calificándolo de “hombre inocente”.
El centro del caso es el reflejo de una demanda presentada por la cantante Cassie, exnovia de Combs, cuyo nombre completo es Casandra Ventura. Combs resolvió rápidamente la demanda de Ventura en noviembre, pero ha estado luchando contra las otras demandas en los tribunales, con sus abogados retratando a las demandantes como personas que están elaborando reclamaciones falsas para tratar de obtener sus propios acuerdos.
Marc Agnifilo, uno de sus abogados, dijo de las demandas civiles en una audiencia judicial celebrada la semana pasada: “Todo el mundo hace cola para conseguir sus cheques”.
Graves dijo en su demanda que su exnovio le dijo poco después de que Cassie presentara su recurso ante las autoridades que Combs y Sherman le habían mostrado a él y a otros empleados imágenes de Graves siendo violada años antes. Entonces, Cassie se puso en contacto con Sherman, según la demanda, con la esperanza de convencerlo de que destruyera la cinta o se la entregara.
No estaba claro si existía alguna grabación de un encuentro entre Combs y Graves. Gloria Allred, abogada de Graves, dijo en una conferencia de prensa el martes que el video “todavía puede estar por ahí siendo visto”, y la demanda acusa a los acusados de seguir “mostrando el video de la violación a otras personas durante años”.
Allred declinó decir si su cliente había estado involucrada en el caso penal contra Combs.
Graves dijo en la conferencia de prensa que el encarcelamiento de Combs, quien está recluido en el Centro de Detención Metropolitano en Brooklyn después de que se le negara la libertad bajo fianza, le dio una “sensación temporal de alivio”.
Su demanda se presentó al amparo de la Ley de Protección de Víctimas de Violencia de Género de la ciudad de Nueva York, que se ha convertido en el último recurso para quienes buscan revivir antiguas denuncias. En la demanda también se citan leyes relativas a la difusión ilegal de pornografía.Kirsten Noyes colaboró con investigación.
(Con información de Nytimes)